¿No te ha pasado alguna vez que no has podido dejar de escuchar una canción? Expresa tan bien lo que sientes o lo que has sentido, que no puedes evitar escucharla una y otra vez.
Creo que todas las personas que amamos la música hemos pasado por esto en alguna ocasión. Yo especialmente con la música de Avril Lavigne.
Ocurre un día cualquiera cuando encontramos justo esa canción que, sólo con escucharla, pareciera que ayuda a que salga fuera de nosotros una emoción intensa que no atinábamos a expresar con palabras.
La alegría más desbordante (Smile) o la más profunda tristeza (Slipped Away); la soledad (When You're Gone), la nostalgia (Seventeen) o la ventura de amar y ser amado (I Love You); la paz interior (Innocence) o un rencor doloroso (Forgotten). Son momentos en los que la canción apropiada puede ser un detonante para lo que acumulamos dentro.
¿Y no te ha pasado que, gracias a esta experiencia, creas un vínculo con la canción? Me refiero a que, pasado el tiempo, cuando vuelves a escucharla, te re-encuentras a ti mismo, a todas esas emociones que ya son un recuerdo. Pocas cosas pueden evocar tantos recuerdos como la música.
La música es muy poderosa y puede influir muchísimo en nuestras emociones y nuestro estado de ánimo. De manera intencional o no, la mayoría de nosotros hemos conectado alguna vez la música con nuestras emociones. En especial, cuando escuchamos una música que nos gusta, experimentamos un abanico de sensaciones agradables que merece la pena provocar y aprovechar.
La música evoca recuerdos. Hay sonidos que forman parte de nuestra biografía y que, al reencontrarlos, nos llevan de la mano para revivir momentos felices y los no tanto.
Hay incluso pequeños himnos que podemos asociar a una etapa concreta de nuestra vida. (Complicated - My Happy Ending - Wish You Were Here, en mi caso) Y, que al escucharlos de nuevo, nos alegran el día con esas emociones cálidas que provocan.
La música apropiada nos despierta (Girlfriend), nos inspira (Don't Tell Me), nos motiva (Keep Holding On), nos invita a ser más productivos (Stop Standing There) y nos da el empujón que necesitamos cuando más nos hace falta (Freak Out).
Muchas de mis emociones (y seguros las tuyas también) están conectadas a la música de Avril Lavigne. Esa música que nos entiende, que nos inspira, que nos anima a seguir luchando...
Por eso.. cómo no amar la música? Cómo no amar a Avril Lavigne y las emociones positivas que provoca en nosotros con su música?
Estoy orgulloso de ser fan de esta gran persona y artista. Y vos?
Este artículo forma parte de la serie: "Avril de la A a la Z".
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