La decepción es ese gusto amargo que te dejan las expectativas fallidas. Es esa cosa agria que sustituye a la que habrías deseado. Es ese momento en el que la realidad decide esquivar tus sueños y darte un golpe en la cara. Y quién no se ha sentido decepcionado alguna vez? Quién no se ha ilusionado con algo?
Creo que las decepciones son algo que a todos nos afecta tarde o temprano, porque las pequeñas o grandes ilusiones son algo dícil de evitar, y ni hablar cuando, por ejemplo, sos fan de Avril Lavigne.
Ayer Mely Purdy se unió a la causa y me hizo una interesante pregunta que valió este artículo especial:
"Alguna vez Avril te decepcionó?"
Y la respuesta es: Sí
La decepción es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o una persona, y en mi caso, la decepciones que tuve en mi vida como fan de Avril surgieron cuando eso que estuve esperando por tanto tiempo jamás llegó, y en cambio aparecieron otras cosas.
¿Pero qué sentido tendría vivir sin esperar ni desear nada?
Yo por ejemplo esperaba que 'Everybody Hurts' sea lanzado como sencillo, esperaba que 'Wish You Were Here' tuviera un super video, esperaba que Avril Lavigne veniera a Paraguay por primera vez, esperaba que su quinto disco tuviera un toque más rock, esperaba que en su quinto tour mundial ella volviera a entregar todo en el escenario, esperaba poder estar en el meet & greet antes del concierto, esperaba disfrutar al 100% del concierto, y esperaba cualquier cosa menos algo como el video de 'Hello Kitty'. Esperaba por ejemplo que su disco autotitulado tuviera mucho sentimiento, pero ese sentimiento real que se siente, te emociona y te pone la piel de gallina. Y estos son solo algunos ejemplos.
Es verdad que uno puede ahorrarse decepciones evitando hacerse ciertas ilusiones, pero cuesta. Cuesta no imaginarse las escenas que podría tener tal o cual video, cuesta no desear pasar estupendo en tu primer concierto de Avril, cuesta no hacerte ilusiones de que por fin Avril vendrá por primera vez a tu país. Claro que cuesta, y a veces es imposible evitar ilusionarse. Y sé que muchos me entienden perfectamente.
Por supuesto que es preferible ser optimista y esperar siempre lo mejor sobre algo o alguien, pero como reza un conocido dicho: “Hay que esperar lo mejor y prepararse para lo peor.”
O será que es mejor tener malas o nulas expectativas sobre algo? Así, cuando lo bueno llega, nos alegra muchísimo, porque se trata de algo bueno que no esperábamos. Yo creo que no, aunque en algunos casos podría estar bien. Yo de todos modos prefiero seguir ilusionándome y esperar ciertas cosas sobre lo que me gustaría que haga Avril. Y si no llega a suceder como lo espero, tendré que aceptar lo que venga como ya lo hice un montón de veces. Al fin y al cabo no queda de otra, y al fin y al cabo las decepciones se van superando y quedando atrás cuando uno cambia de perspectiva y le encuentra algo positivo, o por lo menos algo simpático. Con tal, no hay nada más que hacer, excepto claro: seguir ilusionándote, entusiasmándote, riéndote y esperar siempre algo mejor.
Ser un fan empedernido de Avril Lavigne es sinónimo de ilusionarse y decepcionarse, y ustedes ya saben cómo da gusto ser fan de esta mujer.